De vez en cuando la vida…
En 1983, Joan Manuel Serrat publicó su álbum “Cada loco con su tema” en el que incluía esta canción que, en varios sentidos, resulta terapéutica.
En ella describe situaciones vitales por las que casi todos pasamos alguna vez, con un mensaje final que no por duro, resulta menos positivo. Es el “espejo” en el que nos debemos mirar, para saber que a todos nos pasan cosas que luego, justamente, “pasan”, en el sentido de “quedar atrás” como una enseñanza o aprendizaje, dejándonos reconfortados con “ese beso en la boca” que la vida nos da “de vez en cuando”.
De vez en cuando la vida
nos besa en la boca
y a colores se despliega como un atlas,
nos pasea por las calles en volandas
y nos sentimos en buenas manos.
Se hace de nuestra medida,
toma nuestro paso
y saca un conejo de la vieja chistera
y uno es feliz como un niño
cuando sale de la escuela.
De vez en cuando la vida
toma conmigo café
y está tan bonita que da gusto verla.
Se suelta el pelo y me invita
a salir con ella a escena.
De vez en cuando la vida
se nos brinda en cueros
y nos regala un sueño tan escurridizo
que hay que andarlo de puntillas
por no romper el hechizo.
De vez en cuando la vida
afina con el pincel,
se nos eriza la piel y faltan palabras
para nombrar lo que ofrece
a los que saben usarla.
De vez en cuando la vida
nos gasta una broma
y nos despertamos sin saber
qué pasa, chupando un palo sentados
sobre una calabaza.